Etimológicamente, el término emoción viene del latín emotĭo, -ōnis que significa el impulso que induce la acción. Esta es la definición sobre la cual basaremos nuestras hipótesis de trabajo y como podrán notar fácilmente no puede estar más asociado a la actividad creativa teatral. Impulso que induce a la acción, a la manera en que Spinoza diferenciaba afectos de pasiones ( pathos : aquello emocional que no podemos controlar, solo lo padecemos), diferenciaremos emociones de pasiones y asimismo de sentimientos. No nos interesan los campos emocionales permanentes en la memoria mental, sino aquellos que permanecen en la memoria del cuerpo o aquellos que podemos despertar transitoriamente, sin recurrir a los "sentimientos", que son aquellos campos fijados en el tiempo o en bloqueos de la memoria mental alrededor de una emoción inicial y sus circunstancias.
Por ello, descartamos los trabajos elaborados por la teoría Strassberg. De los más grandes referentes en la investigación teatral tomaremos:
-La postura de Stanislavsky de acompañar y observar el trabajo de cada actor, tratando de "deducir" de la experiencia. Preferimos su última fase inconclusa de investigación , que gira alrededor de acciones físicas que la primer fase de memoria emotiva.
-De Grotowsky la intención de respetar cada sesión como momento único y puro de trabajo: no se permitarán interrupciones innecesarias, incluso cada duda sobre el trabajo será reemplazada por una frase creativa. Todo lo que se construya alrededor de la investigación conserva la matriz creador de donde parte. No investigamos sobre la emoción desde la psicología, nos servimos de la psicología para que el actor-creador explore en profundidad su capacidad emocional para y en la escena.
-De las últimas tendencias sobre bioenergía , recurriremos a ejercicios, ya que considero que el cuerpo es motor esencial de la emoción.
En este primer encuentro: TODO ES NUEVO: Espacio, compañeros de trabajo, texto grupal. La novedad, la incertidumbre, la sorpresa son elementos imprescindibles para que la emoción "despierte". Cualquier factor que colabore a que el actor "salga" de su espacio emocional y físico de seguridad ayuda a que la emoción se manifieste, perdure en el espacio teatral y podamos realmente explorarla. En este sentido, cada participante fue elegido rigurosamente para que las experiencias fueran lo más dísimiles posibles.
En esta primera sesión se logra trabajar con las pautas de trabajo y cohesionar el grupo en tanto la gestación de la confianza necesaria para un trabajo de este tipo. Sin embargo, supongo que a esto destinaremos también la siguiente jornada.
Cada participante ha mostrado con libertad y entusiasmo su corporalidad frente a la emoción e incluso llegamos a reflexiones individuales sobre las emociones básicas. Se advierten distintas mecánicas de funcionamiento: cuerpos que permiten la afloración instántanea de la emoción e incluso empatías, mientras otros manifiestan cierta resistencia mental con cuerpos poco flexibles a la manifestación corporal de la emoción. Aclaro en este punto que lo intelectual tiene su propia manifestación emocional y no descarto este tipo de actuaciones como otra forma de manifestación de lo emocional.
Pensamiento del día: Lo imprevisible es emocional en sí mismo y despierta la emoción.
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